Cabo Norte lo tiene todo. Y cuando decimos todo, es literal, pues no solo ofrece un espacio seguro sino que es una comunidad que de un sueño se volvió realidad, donde la naturaleza es parte importante del escenario.
Y es que la misma Roberta Gasque, administradora de Cabo Norte, expresó que este condominio surgió de una idea de su padre, quien imaginó este desarrollo que va más allá de lo inesperado. “Él recolectó distintas ideas del mundo hasta que llegó a este concepto, en el que quería que todo se tuviera en el mismo lugar”. Y una vez concretó su plan fue que nació Cabo Norte.
Para quienes viven en este desarrollo, y también quienes lo visitan, se dan cuenta que desde que dan el primer paso su día se transforma, pues cada rincón tiene su propio encanto y sí, aquí se respira aire puro.
Cuerpos de agua, áreas verdes, aves que llegan todo el día, aire limpio y los sonidos de la naturaleza es lo que se vive día con día en Cabo Norte.
De inicio se puede decir que fue tan planeado que aquí las bardas de cemento no existen. Es por ello que se colocaron los llamados buffers, plantaciones de árboles que funcionan como divisores de áreas y de esta forma proporcionar un sentido de frondosidad interminable y ayudar a conservar el hábitat a largo plazo.
Si de muros que separan casas hablamos, esta labor la hacen los árboles que se ubican en cada comienzo y término de los terrenos, lo que le da un toque todavía más especial, ya que dichos ejes naturales fueron también calculados para que al término de unos años se creara una especie de túnel natural y proporcionar sombra a todo el lugar.
Pero ahí no acaba. En Cabo Norte no encuentras espacios sin pasto, salvo la Espina Verde, que conecta todo el desarrollo y en el que se puede correr, caminar y andar en bici a cualquier hora del día gracias a su diseño para disminuir la temperatura. Además, es un espacio totalmente seguro al no conectar con ninguna carretera o camino dando la oportunidad de andar libremente.
Algo a destacar es que gracias al mantenimiento del lugar es que se puede apreciar todo en perfectas condiciones, pues forma parte del cuidado en cada detalle de las 160 hectáreas que conforman Cabo Norte.
Recuerda que vivir en Cabo Norte es estar rodeado de naturaleza, urbanización, seguridad y plusvalía, además de encontrarse a tan solo unos minutos de los imprescindibles que hacen del destino el sitio idóneo, como las playas, los interminables cenotes, la gastronomía, las zonas arqueológicas, la gente y mucho más.
Si bien Cabo Norte alberga privadas que ya están totalmente habitadas, vale la pena echar un vistazo a aquellas con departamentos y terrenos en venta, donde todavía ofrecen una oportunidad para vivir y crear una nueva historia en esta comunidad que brilla por sí misma, sobre todo por ubicarse en una ciudad en la que se tiene todo lo que se necesita para vivir, Mérida.